Calles

    Daba vueltas por las mismas calles

    no tenía un destino establecido

    no tenía nada en los bolsillos

    no estaba enfadado ni tampoco calmado.

    Iba hipnotizado por los adoquines,

    estaba dentro de todo en un buen lugar

    rescate mi paciencia polvorienta de los sucios anaqueles

    volví a juguetear a la calle

    con sus luces y sus sombras

    con sus urbanidades de vidrio roto

    y sus jardines grises de flores de cemento

    todas esas vías abandonadas de primaveras.

    Me quede ahí

    Frente al semáforo que da a la catedral

    Me quede ahí un rato ya que no había gente

    luego fui bajo la tierra y volví a subir

    tenía que conseguir regalos

    de lo contrario no podría entrar

    busque por todos lados y nada de nada

    escudriñé por las calles hasta que me perdí

    y pasaron un par de noches,

    quizás demasiadas,

    dando vueltas por los mismos precipicios

    esos acantilados que ayer fueron calles

    ahora con menos luz,

    había una especie de peso en el aire

    decían que empezaran a cobrar por respirar

    la gravedad debe haber hecho lo suyo

    y el tiempo también.


    Wiñol Tripantü (o el retorno del Sol)

    Feliz nuevo comienzo

    Y que se cubran tus faltantes qué viene frío y más frío.

    Ficciones y realidades matizadas en el humo que cubre la noche más larga del lustro.

    Gracias Mapu por dejarme caer.

    Cree en ti más que en mí o en otros y otras, cree y crea más allá que en las academias de la repetición y el miedo. Lo justo siempre para alguno es injusto.

    No te creas lo que quieren que creas.

    La libertad es y será un valor sagrado cubierto de barro y cemento.

    Hay seres individuales y pueblos oprimidos que no son dueños de la tierra, son parte de ella. Hijas, hijos, abuelas, hermanos, parientes lejanos unidos por el implacable lazo del dolor y la resistencia.

    Bienvenido invierno, aunque nunca te fuiste.

    Feliz nuevo comienzo, Chile viene de un nombre trivial que le dio el imperio y significa básicamente el fin.


    Sensibilidad de patitas

    Descalzos pies que levitan sobre un pantano.

    No en vano perdí mis zapatos en el mes de Junio.

    Ya pasó otro invierno…

    Se acostumbraron mis plantas a la tierra mojada.

    Llovió menos que otros años pero al menos todavía llueve.

    Una mujer con tallo y con hojas de pena

    vestía un traje gris manchado con lágrimas verdes

    y abajo cerca de sus raíces tenía un letrero:

    “Me hundiré lentamente en el eterno silencio y nadie recordara mi nombre”.

    Guarde su imagen, debía volver al pueblo

    Capture sus colores y parte de su suplicio,

    fue un grato momento.

    Pero olvide su nombre…

    Me duelen también los pasos y ciertos recuerdos,

    Quisiera poder volar.

    No debo romperme los pies caminando en el maldito cemento.

    ¿Hay olvido? 

    Consagra tu vida.

    Abandona la vieja vida, la silla coja, la antigua casa, sus adornos rotos y las antigüedades de migrañas.

    Pasaste por las copas.

    Y te mandaste una, o 2, o 3…

    Hoy mantén la tele prendida, pero en silencio.

    Todos los canales mienten.

    Puede no haber mañana.

    Te reconocimos y te ignoramos. Ibas ofuscado, confundido por el tiempo.

    Maldito tiempo que todo lo cambia.

    Se Olvidó.

    Las casas, los mundos, los cuerpos.

    Olvido…

    Amanece y vuelve a anochecer en la memoria.

    Ocurrieron más de ochenta fines del mundo. Y la foto sigue sobre la mesa, te mira a tí, solo a ti.

    Todos vamos hacia arriba

    Abajo solo hay cuerpos vacíos.


    Carlos Figueroa Parada, Temuco (1991) es poeta y librero con 3 publicaciones autogestionadas en poesía y cuento breve. Dirige la librería itinerante «libracos Temuko». Desde el 2018 ha participado de ferias literarias y encuentros de escritores tanto en Chile como en Argentina desde ese año hasta la fecha.

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